4. SUBSISTEMA POBLACION
Y ESTRUCTURA
Nivel Distrito Escolar y Partido

Indice de Masculinidad de Pasivos Transitorios 1991

La autocorrelación espacial entre el índice de masculinidad de la población de 65 años y más y el correspondiente a la población joven (o pasivos transitorios o población joven) nos permite inferir que, en este último caso, los partidos y los distritos escolares en que se ha divivido el AMBA presentan un comportamiento espacial inverso al primero, con una distribución de la variable relativamente homogénea. La media ponderada del conjunto fue de 102,7 y la desviación estandar ponderada de 1,01. Es así como los valores extremos máximo y mínimo varían entre 108,06 y 100,53 varones de 0 a 14 años con respecto a cada 100 mujeres del mismo grupo etario.

No obstante ello, los dos intervalos superiores al que contiene la media ponderada y éste último también corresponden a los partidos contiguos a la Capital Federal orientados hacia el Norte: Vicente López, San Isidro, San Fernando y a aquellos localizados hacia el noroeste como General San Martin, Tres de Febrero y Morón. Por su parte Tigre, Moreno, algunos distritos escolares de la Capital Federal y los partidos del eje sur del Gran Buenos Aires - Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown y Florencio Varela - corresponden al intervalo de clase que comprende a la media ponderada, por lo que todo el conjunto con valores iguales o superiores a la misma conforman una ancha franja de territorio, orientada en dirección Norte-Sur, prácticamente paralelo al rio de la Plata.

La casi totalidad de los distritos escolares de la Capital Federal y los partidos restantes de la segunda corona del AMBA presentan los valores más bajos, si bien éstos siempre representan una situación de equilibrio entre los sexos, situándose el guarismo extremo más bajo en los 100,53 varones de hasta 14 años por cada 100 mujeres del mismo grupo de edad. Esto significa que, en las edades jóvenes, el índice de masculinidad no se asemeja en nada al comportamiento del grupo etario perteneciente al otro extremo de la vida, donde las mujeres superan ampliamente a los varones.

Recordemos que la edad y el sexo de la población de un área incide de forma importante sobre el funcionamiento de la sociedad ya que ésta asigna roles y, con frecuencia, organiza a sus miembros en grupos sobre la base de la edad y el sexo. Los jóvenes son tratados de modo distinto que los adultos mayores y de cada uno de estos dos grupos se esperan formas de conducta diferentes. Las mujeres son tratadas de forma distinta que los hombres y, nos guste o no, de unas u otros se esperan comportamientos diferentes.

Por otro lado, en las edades jóvenes y en las edades más avanzadas las personas dependen en mayor medida de las demás para su supervivencia; en consecuencia la proporción de individuos correspondientes a tales edades ejercen una influencia sobre el comportamiento de la sociedad, como se ha advertido a través de otros indicadores.

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