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MARCO FÍSICO E HIDROLÓGICO
El río Mapocho es el segundo en importancia de la hoya del río Maipo; nace como un pequeño estero en la alta Cordillera de Los Andes y atraviesa la ciudad de Santiago de este a oeste.
El primer tramo del río se desarrolla en los cordones montañosos de la precordillera de Santiago, sector en el cual drena, hasta la localidad de El Arrayán,una cuenca de 620 km2, con una altura media de 2.700 m. En ese lugar recibe desde el norte al estero del mismo nombre, con 215 km2 de cuenca y una altura media de 2.370 m. A corta distancia de la confluencia de ambos cursos de agua, el río Mapocho entra en la cuenca de Santiago, extensa planicie formada por el material aluvial transportado por los ríos Mapocho y Maipo. En ese tramo recibe desde el norte un nuevo afluente, el estero Las Hualtatas con 140 km2 de cuenca y una altura media de sólo 1.200 m. A partir de dicho lugar el cauce se desarrolla en zonas completamente urbanas. Al cruzar la ciudad de Santiago recibe las descargas del canal San Carlos en el sector de Providencia, el estero Lampa en el sector de Pudahuel y del Zanjón de la Aguada en el sector de Loma Blanca. A partir de esta localidad cambia su curso hacia el sur. Finalmente, después de recorrer aproximadamente 120 km, desemboca en el río Maipo, en el sector de El Monte.
El río Mapocho presenta en su parte alta un régimen de carácter nival, siendo los deshielos en los inicios de la primavera la fuente de su caudal más significativa. El caudal medio anual es de 6,1 m3/s (Estación Los Almendros). En su parte baja su caudal se ve aumentado por los aportes de los afluentes intermedios y el régimen es pluvionival (Mapocho en Rinconada de Maipú). Con respecto a la variación estacional, el caudal medio mensual presenta un máximo de 13,6 m3/s en noviembre y un mínimo en abril del orden de 2,3 m3/s (Mapocho en Los Almendros).

Con relación a las crecidas del río Mapocho cabe distinguir entre crecidas de origen nival y las crecidas de origen pluvial o pluvionival. Las crecidas nivales tienen sus caudales máximos en el período noviembre-diciembre y se caracterizan por presentar caudales máximos menores a las crecidas invernales, aunque pueden producir destrucción por su persistencia y por los procesos de erosión y arrastre de sedimentos asociados a dichos fenómenos.
En relación a las aguas subterráneas, se puede señalar que la transmisibilidad de los acuíferos en el sector oriente del río Mapocho es bastante escasa, aumentando sustancialmente hacia aguas abajo, llegando a valores máximos en las proximidades de Talagante. Los caudales subterráneos de la napa, a la entrada del río Mapocho en la cuenca de Santiago, son de alrededor de 120 litros/s. Dicho valor se incrementa paulatinamente, siendo a la altura de Peñaflor del orden de 1.500 litros/s. Desde allí comienza a disminuir hasta alcanzar en la confluencia con el Maipo, un caudal del orden de los 200-300 litros/s.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
L
os antecedentes históricos del río Mapocho se remontan desde el siglo XVI. De esa época existen documentos acerca de la construcción de pequeños canales realizada por los españoles y sobre la rehabilitación de acequias abandonadas por los indígenas del período pre-hispánico. Junto con lo anterior, el Cabildo de Santiago dictó ordenanzas referidas a la concesión del agua y operación de los canales.

Posteriormente, durante el siglo XVII, en los sectores poblados de la creciente ciudad de Santiago, se construyeron canales hechos en cal y ladrillo. De ellos,destacan la acequia San Pablo que tenía su bocatoma en el río Mapocho y otra que corría por el costado norte del cerro Santa Lucía, con naciente en los estanques llamados “cajitas de agua”, localizados cerca de la actual Plaza Baquedano. Más tarde, durante el siglo XVIII, emergen obras muy importantes: los tajamares del río Mapocho, el puente Cal y Canto y el canal San Carlos. La primera de estas obras se construyó en 1792, por iniciativa del gobernador Ambrosio O’Higgins y la actividad del superintendente Manuel de Salas. En las faenas intervinieron destacados personajes, entre ellos el arquitecto Joaquín Toesca.

La construcción del puente Cal y Canto se inició en 1766, con un diseño del ingeniero José Birt secundado por Juan Garland y se concluyó provisionalmente el 16 de octubre de 1778. Las crecidas del río provocaron diversos daños al puente en los años siguientes, por lo cual se debió ampliar y reforzar su estructura.

Este famoso puente, que unía el barrio La Chimba, al norte del río, actualmente sector de Independencia, con lo que es hoy la calle Puente, perduró un siglo, siendo debilitado severamente por una crecida en 1888, por lo que se acordó su demolición. En ese mismo período se construía la actual canalización del río.

El canal San Carlos, sin duda, constituye la obra de regadío más significativa ejecutada durante el siglo XVIII y comienzos del siglo XIX.

El crecimiento de la población y la ampliación de los terrenos agrícolas, sumados al problema de las sequías ocasionales, tornaron insuficientes los recursos hídricos del río Mapocho. Por tales motivos, el gobernador Gabriel Cano y Aponte propuso en 1726 estudiar la factibilidad de unir mediante un canal los ríos Maipo y Mapocho.
El inicio de las obras se produjo en 1742 y la inauguración el 20 de agosto de 1820, aunque los trabajos prosiguieron hasta 1825. Luego, en 1827, el Director Supremo Ramón Freire traspasó la propiedad pública del canal a la Sociedad del Canal Maipo, encargada de su administración y operación hasta nuestros días. Veinte años después, en 1845, se iniciaron las obras del canal Las Mercedes destinado a regar los sectores de Lo Prado, Bustamante y Curacaví, obra de envergadura considerable. Su construcción tardó más de 30 años, incluyó 120 km de canal con capacidad para 6 m3/s, la mayor parte de ellos en faldeos de cerro, 3 túneles de 300, 1.200 y 1.500 metros de longitud. Esta obra iniciada en 1873 y concluída en 1893, fue la primera en Chile que utilizó equipos de perforación de aire comprimido.
La historia más reciente de las obras públicas ligadas al río Mapocho, incluyen el reemplazo de los puentes Arzobispo, Pío Nono, Loreto, la construcción de vías de acceso como la Avenida Arturo Merino Benítez, el encauzamiento y protección de riberas en vastos tramos del río, la remodelación y ornamentación de las costaneras y la construcción de puentes peatonales.