América Central y el Caribe

La disponibilidad de agua per cápita es mayor de 3.000 m³ anuales, pero a pesar de esta aparente riqueza, solamente 42% de la población rural y 83% de la población urbana tenía acceso al sistema de suministro de agua potable en 1992.

El manejo del agua en México plantea un reto especial, al existir una disparidad entre la disponibilidad del agua y la ubicación de los principales centros de demanda. Dos terceras partes de este país son desérticas, áridas o semidesérticas. En el norte del país, que ocupa 30% de su superficie, sólo se genera 4% del escurrimiento, mientras que en el sureste y zonas costeras, que ocupan 20% del territorio, se genera 50% del escurrimiento. En general, las zonas con mayor concentración de la demanda son coincidentemente aquéllas en las que el recurso es más escaso.

El sector agrícola tiene aún una participación importante en el uso del agua. Se estima un aprovechamiento anual de 209.000 millones de metros cúbicos, de los cuales 122.000 son utilizados en generación hidroeléctrica; 66.000 en usos agrícolas y pecuarios; 15.000 en uso público urbano y 6.000 en usos industriales.

La región Caribeña se encuentra dotada de agua aunque la disponibilidad se está convirtiendo en uno de los principales factores que amenaza el desarrollo socioeconómico. Se estima que un indicador crucial de la calidad ambiental es la disponibilidad de agua libre de contaminación, así como también el origen de conflictos entre usos competitivos.

Los gobiernos caribeños tienen dificultad de proveer suficiente abastecimiento de agua entubada, para alcanzar la demanda y necesidades del total de la población, al mismo tiempo que mantener los estándares de calidad del agua, dadas las crecientes demandas causadas por las tasas de crecimiento de población y del crecimiento económico.

Foto de acueducto o algo similar

Los factores que mayormente contribuyen a la demanda de agua son la agricultura, el turismo, la industria y el crecimiento urbano. En la mayoría de las islas Caribeñas, el turismo, como sector líder, está recibiendo ímpetus frescos y está impulsando agresivos esfuerzos por parte de los gobiernos para promover inversiones locales y extranjeras en la industria turística. De particular importancia es el incremento implícito en la demanda de agua causada por una rápida expansión del sector turístico que también traerá consigo el incremento de los residuos sólidos y del deterioro de la calidad del agua.

No obstante, no se han elaborado cálculos para la demanda de agua, por lo que se espera que la demanda en este sector crecerá adecuadamente.