La superficie arbolada representa el 32% del total de la cuenca. Si bien dicha superficie no es totalmente maderable, en la mayoría de los bosques de la región se extrae resina y madera aserrable. |
La mayor
parte de los bosques son propiedad de comunidades indígenas (47.2 %) y
ejidos (28.5%), es decir, el 75.7% de la superficie arbolada está en manos
de formas organizadas de propiedad social o colectiva y menos de la cuarta
parte son de propiedad privada. |
Su utilización
es múltiple: para uso doméstico, como leña en las comunidades alfareras
y para la producción de artesanías en madera. También se comercia la madera
en pie a los aserraderos que la distribuyen local y nacionalmente. |
Se estima que entre 1963 y 1991, la superficie arbolada ha disminuido a casi la mitad. En esta pérdida destacan los municipios de Quiroga, Pátzcuaro y Tzintzuntzan. En el primero sobresale el uso de la madera para la producción artesanal; en los otros dos, para los aserraderos; en Tzintzuntzan se usa como leña para los hornos alfareros. |
La tala clandestina es de radical importancia, se estima que, de cada 4 m3 de madera que ingresan a los aserraderos de la región, tres son clandestinos. |