Los diagnósticos
de la situación actual de los recursos naturales de la cuenca del
lago de Pátzcuaro muestran un panorama desolador. El lago pierde
continuamente profundidad por las cargas de sedimentos que provienen de
los procesos de erosión que a su vez se originan del manejo que el
ser humano ha hecho de las tierras, de los bosques, de los campos agrícolas,
ganaderos y del medio ambiente en general. Por otro lado, el agua se encuentra
cada vez más contaminada por las descargas de aguas negras, lo cual
afecta a todo el ecosistema. Todo ello tiene un impacto en la economía
rural, en las formas de vida de las comunidades y en las posibilidades de
la región. |
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Los trabajos anteriores
enfocados al mejoramiento del medio ambiente han generado sus propios problemas.
Por ejemplo, aunque se han establecido programas de dragado permanentes,
especialmente en la parte sur del lago, estas actividades se ven superadas
por las cargas anuales de erosión. El dragado, además, aumenta
la turbidez y la resuspensión de sólidos, lo que causa problemas
tales como el abatimiento de oxígeno, irritaciones bronquiales en
los peces y una regresión en la distribución del fitoplancton
y las plantas acuáticas superiores. |
Por su parte, los programas
de reforestación que se han implementado en los últimos veinte
años no han tenido una continuidad en su trabajo ni un mantenimiento
ni vigilancia para asegurar el desarrollo de las especies plantadas. No
existe, tampoco, un programa de evaluación que nos permita conocer
la evolución, el estado de las cosas o la efectividad del programa. |
Lo anterior muestra la
necesidad de ahondar en los trabajos encaminados a la administración
y conservación de los recursos de la zona. |
En el proceso de degradación
y recuperación de los recursos están involucrados diversos
actores que incluyen a la sociedad civil, las autoridades, las organizaciones
gubernamentales y las no gubernamentales. Es por ello que para lograr un
desarrollo sustentable deben participar todos. El trabajo conjunto e interinstitucional
ha demostrado ser una tarea difícil; sin embargo, dependiendo de
los avances en este campo se pueden derivar diversos escenarios, algunos
más optimistas, otros más pesimistas. |
La mejor respuesta se
encontrará en las posibilidades de un trabajo interdisciplinario
que responda a las necesidades de los actores involucrados, incluyendo
la participación de la sociedad civil y las organizaciones que
forman parte de la región; ésto con el fin de lograr una
coordinación basada en el consenso entre las partes, así
como en el conocimiento y análisis de la problemática regional,
abordándose la optimación de los recursos con un enfoque
integral que incluya los elementos ambientales, económicos y culturales
de la cuenca.
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